viernes, 8 de septiembre de 2017

Platón

La obra de Platón está encaminada a crear la República perfecta, y este sentido tienen los diálogos socráticos como el de La República, que es el que leímos esta semana. La filosofía de Platón parte del principio de que el mundo en que viven los hombres, el mundo materia, es un reflejo imperfecto, una imitación, del mundo de las ideas, el topos uranus, que es el de la perfección, de manera que las acciones del hombre tienen que aspirar a esa perfección. En este sentido, promueve la mesura y autocontención del hombre ante los placeres del mundo para llevar una vida virtuosa guiada por la razón. 
En lo que respecta a la literatura, ésta constituye una imitación en segundo grado, pues imita al mundo material. Para que el texto literario pudiera tener cabida en su república perfecta, era necesario expurgarla de todo aquello que no condujera a la perfección del hombre. De lo contrario, el poeta sería exiliado de la República. 
Para argumentar esta necesidad en torno a la literatura, en el diálogo socrático arriba mencionado, se lleva a cabo un análisis y crítica de los elementos que la integran, de los aspectos útiles a la república y los que no lo son: 

*Finalidad: enseñar buenas costumbres vs. divertir o producir disfrute.
*Temas: heroicos, gloriosos, que inspiran valor o buenas costumbres vs. cotidianidad o simpleza humana. 
*Trama (género): trágica y épica vs. cómica.
*Dicción: narración simple, puramente imitativa vs. narración mixta. 
*Caracteres: altos vs. bajos.
*Ritmo: métrica y música solemne vs. ligera o popular.

Con este análisis se evidencia una clara conciencia de la relación de correspondencia y adecuación que existe entre todos estos elementos, así como de la indivisibilidad de la forma y el fondo.
Otras reflexiones de Platón sobre la literatura se encuentran volcadas en los diálogos del FedroIon y el Banquete.
Su legado a la tradición literaria se puede dividir en dos aspectos: 
1) El concepto de imitación o mimesis, que será retomado de distintas maneras a lo largo del tiempo, ya sea en un sentido negativo (por ejemplo, algunos tratadistas cristianos consideraron que la literatura era una imitación distorsionada del cielo inspirada por el demonio) o positivo, que es el que le dará Aristóteles y nos acercará al concepto actual de ficción, según veremos la próxima clase.
2) La sólida sistematización de idea de la literatura como vehículo de enseñanza que, por tanto debe constituirse en modelo ejemplar. Esta concepción será retomada en la poética de Horacio y se mantendrá vigente durante toda la Edad Media, decaerá un poco durante el Renacimiento y el Barroco, y recobrará fuerza con el Neoclasicismo. El primer gran ataque que recibirá vendrá del Romanticismo, pero nunca desaparece del todo y llega hasta nuestros días en la forma de libros de superación personal. 

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