domingo, 21 de octubre de 2018

Roland Barthes, Gérard Genette y el estructuralismo

La crítica estructuralista se caracteriza por procurar trasladar métodos y modelos propios de la lingüística a los estudios literarios. Así como la lingüística de Sassure se preocupa sobre todo por el conocimiento de las características del sistema que regula las manifestaciones individuales propias del habla, más que por el habla misma, la crítica estructuralista se esforzó por comprender el funcionamiento del sistema literario. De la lingüística retoman la tendencia de análisis basada en modelos binarios así como los conceptos de paradigma y sintagma, que ayudan a explicar las relaciones que existen entre los distintos niveles de la estructura de la obra.
Roland Barthes, sigue esta tendencia, y en buena parte de sus obras, como ocurre en Crítica y verdad, encontramos una defensa de la metodología literaria basada en la lingüística. En este sentido, considera a la literatura como un sistema de signos que construyen sentidos lógicos relacionados entre sí.
En "Introducción al análisis estructural del relato", Barthes retoma las aportaciones de Tzvetan Todorov, Claude Bremond y A. J. Greimas para sistematizar un modelo de análisis  estructural del relato. Parte una división propiamente lingüística de los niveles de lengua —entendidos como elementos interconectados e interdependientes, integrados uno dentro de otro—, y la traslada a la literatura. En este marco, el texto narrativo se define como una gran frase cuyo núcleo es el verbo y que se puede caracterizar según su aspecto, tiempo y modo. Adicionalmente, se advierte que el texto se puede dividir en dos niveles fundamentales: historia y discurso.
Reconoce tres niveles distintos en los textos literarios de carácter narrativo:

*Narración: se encarga de la caracterización de los personajes y las acciones en el nivel del discurso. Asimismo construye las relaciones temporales al interior del relato, las cuales no corresponden a la cronología sino a una lógica de la acción, de sucesos que se distienden a lo largo de la historia pero al mismo tiempo mantienen relaciones de correspondencia e identidad, que son las que dan unidad al relato. En este nivel se pueden incluir las aportaciones de Gérard Genette, quien, en Figuras III, propone distintas tipologías o figuras en lo que respecta a las dimensiones del:
               Tiempo: Orden (isocronías y anacronías) Duración (descripción, escena, resumen, elipsis),
                            Frecuencia (relación entre: numero de ocurrencias / numero de ocasiones en que se
                            narra algo) 
               Modo: Focalización (cero, interna, externa).
               Voz: heterodiegética / homodiegética

*Acción: Es el nivel de las acciones y los personajes, definidos estos últimos a partir de las acciones que realizan y las relaciones binarias que se establecen entre ellos según tres tipos de acciones (desear, comunicar, luchar), y no de características psicológicas.

*Funciones: Unidades mínimas y significantes en las que se divide la narración. 
            -Unas pertenecen al eje sintagmático o distribucional, y caracterizan el hacer a lo largo del relato; son las cardinales o núcelos de acción, y las catálisis, que tienen una función de unión cronológica entre dos núcleos. 
            -Otras pertenecen al eje paradigmático o integrador, y caracterizan el ser de las acciones y de los personajes. Dentro de éstas, los indicios aportan información que sugiere algo sobre el carácter de los personajes o de las acciones que ocurrirán posteriormente, mientras que los informantes incluyen información completamente explícita.


Si bien en una buena parte de su obra, Barthes se resistió a ligar a la obra con elementos externos, debido a que tendía a una postura antireferencial que consideraba a la obra como un elemento autosuficiente cuyo análisis no requería otros elementos que no fueran internos, poco a poco se fue acercando a la semiótica y llegó a vincular a la literatura con otros sistemas semióticos.
El de Roland Barthes es un pensamiento polémico difícil de interpretar debido a que fue cambiando a lo largo de su vida, y porque en su obra se traslucen, a veces sólo de manera parcial, los debates que entabla con teóricos y críticos de la literatura. Por eso, cuando se habla de declaraciones tan contundentes como la "muerte del autor", es necesario entender el contexto en que Barthes realiza semejantes afirmaciones. Preguntarnos con quién discute y por qué dice lo que dice, qué dijo previamente y posteriormente sobre el mismo tema, ayuda a matizar y poner en perspectiva, ayuda a entender mejor.
Por su parte, Genette tendió a un enfoque diacrónico que estudia las transformaciones del sistema literario a lo largo del tiempo, pero siempre enfocado en la literatura. De ahí que contribuyera a la reflexión sobre los distintos tipos de relaciones que establecen los textos artísticos entre sí y a lo largo del tiempo en su obra Palimpsestos. Genette aportó de una manera considerable a la semiótica literaria. Aunque opuso sistemáticamente a la articulación del estructuralismo con la hermenéutica, sus aportaciones han sido articuladas en propuestas teórico metodológicas que abren a la hermenéutica, como la de Luz Aurora Pimentel en El relato en perspectiva.

martes, 9 de octubre de 2018

Formalismo ruso

Esta corriente crítica, como toda corriente de ruptura, reaccionó de forma extrema frente a las tendencias que le preceden. Así, ante tendencias que se caracterizaban por su asistematicidad, su preocupación por el significado, a veces independientemente de la forma, y su falta de aspiraciones científicas —un simbolismo que hacía de la literatura casi una religión, críticas de tipo biográfico que recargaban el peso de la crítica en el autor, al grado de olvidar la obra, y críticas impresionistas centradas en la percepción subjetiva del lector— el formalismo reacciona con modelos críticos que se centran primordialmente en la forma del texto literario, al que estudian como un sistema, un conjunto de elementos en interacción que presentan una serie de regularidades en su funcionamiento interno y a lo largo de su desarrollo a través del tiempo. 
Rechazan el estudio de la literatura como un vehículo ideológico, un reflejo de la realidad social, o una encarnación de la verdad trascendental. En cambio, altamente influidos por las vanguardias literarias, definen a la literatura a partir de aspectos formales, y sus métodos se inspiran en la lingüística, tal como lo muestra la teoría de Roman Jakobson en cuanto a la función poética, para concluir que la literaturidad se define por la desviación de la literatura frente al uso normal del lenguaje, una "desautomatización" que hace que el lector se concentre y se detenga en la forma, de manera que el significado ocupa un lugar secundario en la definición del objeto estético. El primero en plantear el concepto de desautomatización fue Víctor Shklovski. 



Si bien llegan a estudiar la historia de la literatura, lo hacen en términos formales, considerando la manera en que cada género o cada componente de un género se constituye en una dominante en un momento histórico y entra en tensión con otros elementos que son marginales pero vigentes en el campo literario, hasta que se produce un deslizamiento que deriva en la erección de nuevas dominantes que desplazan a las anteriores. A pesar de que formalistas como Boris Tomachevski y Yuri Tinianov señalan la importancia de estudiar la literatura en relación con otras series vecinas, otros sistemas, como el cultural, el económico o el social, sus propuestas no llegaron a ser desarrolladas en el marco del formalismo. Éstas serían retomadas por teóricos más cercanos a la sociología, como el círculo de Bajtín.
Aunque no resulta del todo exacto, Vladimir Propp es considerado dentro del grupo de los formalistas rusos. Esto se debe a la precisión y acuciosidad con que realiza sus análisis literarios, siguiendo un método inductivo que lo lleva a desarrollar un modelo general que explica el funcionamiento del cuento maravilloso o folklórico que, en algunos sentidos, sigue siendo vigente. Sus trabajos se pueden consultar en el siguiente enlace: https://isaimoreno.files.wordpress.com/2014/01/morfologc3ada-del-cuento-vladimir-propp.pdf 
A Vladimir Propp no le interesó el problema de la desautomatización, más bien observa las constantes o invariantes en el sistema de un género, uno que resulta bastante estable en la tradición. Entre sus aportaciones está el concepto de función, el cual será objeto de reformulaciones por los teóricos estructuralistas para poder describir no sólo un género narrativo sino la estructura de cualquier relato. 

sábado, 6 de octubre de 2018

Recalendarización

Queridos alumnos:
Ya hice la recalendarización en el programa que está colgado en este blog para poder entendernos mejor. Aún así, sigue habiendo desfases. El calendario ya se ajusta bien para los alumnos del horario vespertino. En cambio, en el grupo de la mañana seguimos teniendo un desfase de al menos una sesión, consideren esto para realizar las siguientes lecturas y para las entregas de trabajos.
Cualquier duda, por favor, comuníquense conmigo a veronica.hernandez64@yahoo.es
Saludos,
Verónica HLV