Las ranas (405 a.C.), de Aristófanes.
Como les comenté en clase, un aspecto interesante en este texto es su carácter metaliterario, pues se constituye en una crítica de las obras trágicas de Esquilo y Eurípides y, de esta forma permite deducir una concepción poética relativa a la tragedia, pero también, en menor medida, a la comedia, pues en Las ranas se cumplen algunas de las características del arte escénico que se muestran como valiosas en el diálogo de los personajes.
Como les comenté en clase, un aspecto interesante en este texto es su carácter metaliterario, pues se constituye en una crítica de las obras trágicas de Esquilo y Eurípides y, de esta forma permite deducir una concepción poética relativa a la tragedia, pero también, en menor medida, a la comedia, pues en Las ranas se cumplen algunas de las características del arte escénico que se muestran como valiosas en el diálogo de los personajes.
En Las ranas se representa el viaje de Baco a los infiernos para traer a Eurípides de vuelta al mundo, una vez que el arte trágico ha entrado en decadencia. El momento medular se presenta cuando Baco se ve a sí mismo en medio de la contienda entre Eurípides y Esquilo, quienes reclaman, cada uno para sí mismo, el título del mejor representante del arte trágico.
Desde el inicio de la confrontación se establece un paralelismo entre lo que sucede en la tragedia y la vida política y social griega: personas bajas, apoyadas por una población ignorante, se entronizan a despecho de la razón, las buenas costumbres, el arte y el bien público. Es así que lo que ocurre con el arte se manifiesta como un reflejo de la vida pública, y la conclusión del debate entre autores trágicos se constituye en ejemplo de lo que sería mejor que sucediera en la vida pública. Así: arte, política y sociedad se encuentran entrelazadas en un mismo texto.
Esquilo y Eurípides representan valores contrapuestos que son desarrollados de forma dialéctica a través del diálogo de los personajes en el que Baco funge como juez y mediador. Aunque ninguno está exento de defectos, Esquilo resulta preferible a Eurípides.
Esquilo
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Eurípides
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Calidad del autor
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Digno y serio. Su pensamiento es más profundo: sabe que es más eficaz cambiar la mentalidad de la sociedad que simplemente mudar a los gobernantes.
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Chocarrero e irrespetuoso. Pensamiento superfluo: cree que un cambio de gobierno es más que suficiente para solucionar los problemas sociales.
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Fines
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Inspirar ardor bélico, valor, dignidad, virilidad, espíritu ciudadano.
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Divertir. Presenta un concepto distorsionado de la educación. Los émulos de las tragedias de Eurípides se vuelven chismosos, preocupados por lo superfluo.
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Trama
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Acorde con el género trágico
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En discordancia con lo que se esperan del género trágico
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Prólogo
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Oscuro
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Simple: explica el asunto de la tragedia
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Personajes
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Heroicos, altos, que no se mezclan con personajes bajos.
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Villanos, prostitutas, sirvientes y personajes altos; todos hablan y se mezclan.
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Lenguaje (lírica)
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Muy elaborado, a veces al extremo de la ampulosidad, la hinchazón y la oscuridad. Frases muy bien logradas se convierten en muletillas en sus obras, por lo que se vuelve repetitivo. La búsqueda de elaboración semántica llega al exceso de emplear dos palabras sinónimas, cuya coordinación no ayuda a enriquecer el significado. Inventa palabras por exceso de elaboración.
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Vulgar, bajo. Lo más elaborado son construcciones sintácticas en las que se presenta el hipérbaton y aposiciones que dejan el verbo al final de la oración; el recurso se vuelve repetitivo y de él se burla Esquilo.
A veces acusa de escasez de recursos cuando en vez de elaborar más un verso, prolonga el sonido de una sola sílaba.
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